La tensión muscular pasa cuando se realiza excesivamente una actividad en la cual se utilizó con mucha frecuencia un músculo. Y por tanto se agota o se contrae, lo que genera dolores fuertes y malestares. También se puede sufrir este dolor debido a cualquier situación de presión que presente el individuo. O por inactividad de sus extremidades. Al tener esta tensión muscular, puede provocar insomnio, dolores de cabeza, dolores de espalda y otras incomodidades en el cuerpo.
La tensión muscular por estrés se crea al presentar emociones negativas. Proviene de una reacción que realiza nuestro músculo para protegernos. Y ocurre por ponerse en tensión constantemente.
Durante mucho tiempo se especuló que este efecto ocurría por condiciones psicológicas. Derivado de nuestra mente y que se notaba a nivel físico.
Algunos síntomas de la tensión muscular por el estrés
- Dolores de cabeza muy fuertes.
- Presión arterial.
- Inmovilidad en los músculos afectados. Tienden casi a estar inutilizables.
- Migrañas.
- Insomnio debido a los dolores que se presenta. No hay comodidad al tener la tensión muscular y, por tanto, se hace difícil el encontrar una posición estable para dormir.
- Puede convertirse en trastornos musculares esqueléticos.
- Debido a tener una condición de estrés, puede presentarse la misma situación en otros músculos del cuerpo.
Causas de la tensión muscular por estrés
Este problema puede ser debido a preocupaciones que se presentan. Tal vez por trabajo duro, porque no hay descanso físico, porque usamos con frecuencia los mismos músculos o todo lo contrario, somos sedentarios y no los utilizamos. Por ese motivo tienden a contraerse y generar este proceso de contracturas y tensiones en el cuerpo.
Debemos aprender a controlar estas situaciones y también a controlar nuestras emociones. Llevar un control general de lo que hacemos, y así, evitar el estrés. Mantener una actividad física estable, que promueva un alto bienestar en tu cuerpo.
La ansiedad puede ser perjudicial. Por lo que es vital que, si presentamos estos síntomas en distintas ocasiones, estemos en calma, cambiemos lo que nos sienta mal en nuestras emociones, recapacitemos y mejoremos todo lo que afecta a nuestro cuerpo.
Debes de tener en cuenta que primero está tu salud. Por eso todo lo que tienes que afrontar en tu día, lo debes hacer de forma ordenada y satisfactoria. Para poder conseguir contrarrestar los posibles agobios o desvelos que puedan darse. También es importante mantener una actitud positiva, ya que nos beneficia para enfrentar de la mejor forma todas las acciones y trabajos que hacemos día a día.